domingo, 24 de octubre de 2010

Fin De Semana.

Este sábado por la mañana me levanté a las 8 me vestí y desayuné. Vinieron a recogerme unas amigas y estuvimos desde las 10 y media hasta las 12 en el campo del Tomares viendo el partido de fútbol de un amigo. Después fuimos a comer todos juntos al Burguer King celebrando que habían ganado. Por la tarde estuve en casa de mi abuela de 5 a 6. Luego estuve con los mismos amigos en la calle hasta las 12.

El domingo por la mañana estuve en el pueblo con mis amigos. Después salí a comer con mis padres. Cuando llegue a mi casa volví a salirme a la calle. A las 8 y media o poco mas tarde estaba en mi casa haciendo deberes.  A sido un fin de semana fabuloso.

viernes, 22 de octubre de 2010

Poema.

Buscando un poema para el colegio, he encontrado este que es muy bonito. Espero que a vosotros tambien hos guste.

El Otoño llegó y la hoja del árbol se cayó
La ardilla salió y el pájaro se metió

El sol se metió y la lluvia volvió
El viento llegó y el pájaro se heló

España se enfrió y el verano a Australia llegó
Las hojas se cayeron porque de color marrón se volvieron

El verano se fuey de amarillo el paisaje pintaré
Llueve en toda Españay el tiempo no acompaña

Las chaquetas volvieron y los bañadores se fueron.

jueves, 21 de octubre de 2010

Olor a té.

El olor a té me hace relajarme. Es como si el olor te quitara todos los nervios. Me recuerda mucho a mi tía por que a ella le encanta su olor y su sabor. Lo he olido pero no saboreado. Me gustaría tener una colonia que oliera igual. ¡Huele estupendamente!

domingo, 10 de octubre de 2010

Fin de semana.

Este sábado he estado en casa de mi abuela y luego fui a comprar un hamster.
Después comí y me salí a la calle. El domingo estuve en isla mágica me lo he pasado tela de bien. Me encantaría repetir el domingo.

jueves, 7 de octubre de 2010

El sabor a piña.

El sabor a piña me recuerda a una cosa que me pasó con siete años.
Yo ya  había terminado de comer y me tocaba el postre, como no, me tocaba piña,
cosa que yo odio. Me puse a llorar para no comermela pero mi madre insistió. Con el llanto y la piña en la boca me atraganté.
Fue horrible y nos pegamos un susto tremendo, sobre todo mi madre.
Ahora odio la piña mas que nunca.